En el límite con Pirayú se localiza un verdadero paraíso de agua natural que cautivó a numerosos visitantes. Lo inusual del sitio es su historia plagada de muerte y dolor.
La historia se remonta hace varios años cuando en el lugar se realizaban excavaciones para la extracción de piedras destinadas a empedrados o revestimiento de paredes. En una de las tantas perforaciones, una de las máquinas tocó una vena de agua lo que ocasionó una gran inundación que ahogó a numerosos obreros.
La tragedia enlutó al sitio y no dejó de perseguirlo años después. Según datos oficiales 21 personas fallecieron en el lugar, en su mayoría jóvenes, debido a que existen remolinos de agua que succiona a los que intentan zambullirse en las aguas.
A modo de precaución, se prohibió su ingreso hace más de dos años. Antes, pude captar estas fotografías.
El viento remueve el agua cristalina
La quietud del lugar y la brisa conquista desde el primer instante.
La naturaleza florece sobre las rocas
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